Dios misericordioso y Rey celestial nuestro, cuánto Te amamos y bendecimos por la gracia que día a día derramas en Tus hijos. Gracias porque somos Tus hijos, y porque decidiste humillarte al haber venido a la tierra a sufrir una muerte cruel en una cruz, para que así podamos vivir en el cielo junto a Ti por toda la eternidad.
Señor, hemos venido a Ti a interceder por nuestros hermanos y hermanas dolientes que se han visto obligados a tomar la senda de la persecución y del dolor por amor de Tu nombre. Actúa en la vida de cada uno de ellos, para que así Tu santo nombre pueda ensalzarse a través de ellos. Haz arrepentirse por completo a todos los que le provocan tal dolor a Tu cuerpo, la Iglesia. Que se aparten de sus caminos impíos y descubran el único camino verdadero hacia el perdón de sus pecados y la vida eterna a través de la fe en Jesucristo.
Gracias por el fiel testimonio de estos queridos hermanos y hermanas en el Señor que han sido perseguidos. Manten a cada uno de ellos debajo de Tu estandarte de amor, y que Tus ángeles santos atiendan todas sus necesidades, para que así su corazón pueda recibir Tu paz, una paz perfecta que solo Tú puedes brindar. Y Señor, rogamos que puedas ser glorificado a través del testimonio de cada uno de ellos. Ponemos a cada uno de ellos bajo Tu cuidado. En nombre de Jesús,
Amén.