Señor, enfrento momentos difíciles, momentos que cada día se hacen más difíciles, y a veces siento mucha ansiedad y miedo preguntándome cómo podré superarlos.
Señor, sé que has prometido cuidar a todos Tus hijos, pero somos tantos, que no entiendo cómo puedes cuidarnos a todos. No obstante, quiero confiar en que cumplirás Tu palabra, ya que así lo has prometido, y eres fiel en cumplir Tus promesas.
Gracias, Señor, porque eres mi luz y mi salvación. Sé que no hay de qué preocuparse si eres mi fortaleza y soporte. Señor, creo que no hay nada que no puedas hacer. Te pido que me ayudes en mi incredulidad, Señor Jesús, pues sé que si eres la fortaleza de mi vida, a nada he de temer.
Gracias, Señor,
Amén.