Amante Señor, gracias porque Te preocupas de los heridos y de los desfavorecidos. Te preocupas de los perdidos y de los oprimidos. Te preocupas de las viudas y de los huérfanos, y hoy he traído ante Tu trono de gracia a todos los niños del mundo que se ven obligados a vivir sus primeros años sin el amor ni el apoyo de sus padres.
Ten piedad de todos aquellos que están solos y que son vulnerables en este mundo perverso y, Padre, acércate a todos los huérfanos y a los niños que sufren. Satisface sus necesidades y hazlos entrar en contacto con aquellos que los apoyarán, ayudarán y protegerán de los que quieran aprovecharse de su inocencia.
Amante Señor, ruego que muchos de estos niños huérfanos de nuestro mundo se enteren de la verdad del glorioso evangelio y sean llevados a Tu reino. Señor, atiende sus necesidades en esta tierra, y que comprendan que se acerca el día en que secarás todas las lágrimas de sus ojos para siempre. En nombre de Jesús,
Amén.