Padre celestial, la época navideña es una temporada bendita del año, ya que recordamos el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo en un establo de Belén, y Te damos gracias por haber enviado a Tu Hijo unigénito para que naciera en este mundo y, mediante Su muerte y resurrección, pudiera convertirse en nuestro Salvador, y nosotros pudiéramos convertirnos en Tus hijos.
Gracias por la esperanza maravillosa que el mensaje navideño infunde en cada uno de nuestros corazones, y por el glorioso mensaje del evangelio de la paz. Que todos los Que creen en Su nombre y todos los que se han convertido en Tus hijos tengan paz para con Dios.
Ayúdanos a nunca subestimar aquel momento en que Tú, como nuestro Dios Creador magnífico y eterno, Te introdujiste en la historia humana y Te convertiste en la encarnación de Dios, y Te identificaste con una raza de hombres caídos al haber adoptado un cuerpo de carne humana, para así poder empatizar con nuestra fragilidad y aprender la obediencia por todas las cosas que sufriste.
Señor, Te agradezco desde el fondo de mi corazón por Tu bondad y gracia hacia nosotros, y porque tanto nos amas que decidiste nacer en nuestra raza para que pudiéramos identificarnos con Tu justicia. Alabado sea Tu santo nombre.
Amén.