Oh, Señor, necesito que me acompañes en medio de la montaña de deudas que pareciera crecer día a día. Me siento agotado y asustado, y siento que ya no puedo más.
Quiero ser responsable con mi dinero, pero pareciera haber más gastos que ingresos; por lo tanto, he acudido a Ti, Señor, para depositar en Ti todas mis cargas, pues ya no puedo dar más de mí.
Señor, Te pido que tengas piedad de mi hogar y que nos alivies de una forma que solo Tú puedes. Ayuda a cada integrante de mi familia a encontrar el trabajo que nos brinde el dinero que necesitamos, y no dejes que mi corazón se sienta agobiado, oh Dios mío. Creo en Ti y sé que eres mi Roca en los momentos de angustia y, en nombre de Jesús, Te pido que me des Tu fortaleza en medio de mis dificultades financieras, pues sé que Tu gracia basta.
Amén.