Padre celestial, nos has llamado a orar por nuestros enemigos y por todos aquellos que quieran hacernos daño, y a perdonarlos y no guardarles rencor en nuestro corazón; por lo tanto, Señor, quiero traer ante Ti a todas aquellas personas de mi vida que se han convertido en enemigos de mi alma, y ruego que derrames en ellos Tu gracia, favor y perdón. Señor, ruego que convenzas a cada uno de ellos de que necesitan a Jesús como su Salvador.
Señor, sé que Tú no quieres que nadie perezca, sino que todos alcancen la salvación en Jesucristo; por lo tanto, he traído ante Tu trono de misericordia y gracia a todas las personas de mi vida que han querido hacerme algo malo o que me han hecho daño, ya sea intencionalmente o sin querer, y ruego que los perdones y tengas misericordia de sus almas.
Señor, por amor de Tu santo nombre, ruego que Te acerques a cada uno de ellos. Ruego que abras sus ojos a la verdad del evangelio de la gracia y los hagas alcanzar una fe salvadora en el Señor Jesús. Acércalos a Tu familia con Tus cuerdas de amor y perdón. En nombre de Jesús,
Amén.