Oh Dios, confieso que deseo algunas cosas de la vida que en verdad no debería llegar a tener. También confieso que algunos de los deseos que he sentido han sido tan intensos, que se clasificarían como "lujurias" o deseos intensos de la carne.
Perdóname, oh Dios, y ayúdame a ser transparente contigo y con los que me rodean.
Tú siempre has sido honesto conmigo, oh Dios. Ayúdame a ser igual de honesto conmigo mismo, con los demás y, sobre todo, oh Dios, contigo. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.