Señor, guíame por la senda de la justicia que quieres que tome y no me dejes confiar en mi propio conocimiento y fortaleza humana, sino ayúdame a depender de manera implícita en Tu sabiduría y poder piadosos, pues sé que no luchamos contra la carne y la sangre, sino contra principados y poderes espirituales en lugares altos.
Señor, sé que no he de vivir por la fuerza mundana ni por el poder carnal, sino por Tu Espíritu; por lo tanto, ruego que me ayudes a combatir las tácticas perversas del enemigo y resistir a sus dardos de fuego y sus estrategias satánicas. Dótame de sabiduría espiritual para pelear la batalla de la fe en mi vida, y hazme mantenerme obediente y firme en el día malo, con los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de mi fe, mientras habito en Él y Él en mí. Ruego en Su nombre,
Amén.