Son tiempos difíciles, Señor Jesús, y mi alma siente angustia y temor, pero sé que Tú nos dijiste que jamás nos sintamos consternados ni agobiados. Ruego que me alejes de todo pensamiento que angustie mi mente, pues Señor, sé que estos pueden destruir mi alma y no servir ningún propósito positivo.
Señor Jesús, sé que solo Tú puedes traer la verdadera paz a nuestros corazones turbados. Gracias por el hermoso don de la paz que has prometido a Tus hijos. Tu paz es tan diferente a lo que el mundo ofrece; has prometido guardar en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera. Manten los ojos de mi corazón puestos firmemente en mi Señor Jesús.
Pronuncio esta plegaria en nombre de Jesucristo, mi Salvador,
Amén.