Padre, me has llamado a guardar silencio ante Ti, descansar en Tu amor y cargar con paciencia la cruz que tengo por delante, pues sé que no solo me acompañas en cada momento del día, sino que habitas en lo profundo de mi corazón.
Ayúdame a depender de Ti en todas las cosas, pues sé que las noches de tristeza pronto se convertirán en mañanas de alegría cuanto estés a mi lado. No me dejes preocuparme ni imaginarme necedades, pues sé que eres mi mejor Amigo celestial, mi Pastor, mi Proveedor, mi Defensor y la Roca de mi salvación.
Acércame a Tu corazón de amor. Sosiega mi espíritu, tranquiliza mi alma e infunde en lo profundo de mi ser Tu paz perfecta que sobrepasa todo entendimiento. Ruego que me ayudes a guardar silencio y saber que eres Dios, mi Dios en Quien confío. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.