Padre celestial, enséñame a contar mis días y dame la sabiduría y la gracia para hacer que cada día valga la pena. Que cada día sea una oportunidad de acercarme a Ti, y ayúdame a comprender lo fugaz que es la vida.
Manten mis ojos puestos en Jesús minuto a minuto, y concédeme sabiduría, orientación y gracia en las decisiones que hoy deba tomar, pues comprendo cada vez más que Tú debes guiar cada uno de mis pasos.
Cuídame y guíame de manera constante tal como lo has prometido, y llévame hacia la senda de la justicia por amor de Su nombre. Gracias, pues Tu gracia basta para todas mis necesidades, y hazme tomar la senda de la justicia durante todos los días de mi vida, para Tu gloria y alabanza. Ruego con humildad en nombre de Jesús,
Amén.