Querido Señor Jesús, Te doy gracias porque moriste por mí en la cruz de la crueldad, y Te alabo, Señor, por Tu gloriosa resurrección de entre los muertos y por todo lo que significa para mí, un pecador que ha sido salvado por la gracia y mediante la fe en Cristo.
Ruego que me ayudes a confiar en Ti sin importar lo que sea llamado a hacer. Dame la voluntad de actuar con obediencia y fidelidad cuando deba decir o hacer algo que esté fuera de mi zona de confort y a tomar la senda de aquellos como la Reina Ester, que fue llamada para un momento como este.
Ayúdame a actuar con fe y a no tener miedo de lo que sea llamado a hacer, pues sabemos que no hemos recibido el espíritu del temor, sino el del poder, del amor y de la templanza. Manten mi corazón abierto a Tus ordenanzas, y ayúdame a crecer en la fe y la obediencia, para Tu gloria y alabanza. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.