Bendito sea Tu santo nombre por la bendición de nuestro hermoso bebé que con tanta gracia nos has dado. Nos dijiste que fuéramos fructíferos y que nos multiplicáramos, y Te doy gracias por la bendición de haberme hecho fructífera. De verdad, los hijos son una bendición del Señor.
Recuerdo haber leído que bendijiste a Sara con Isaac y a Ana con su Samuel, y ahora, con Tu gracia, me has bendecido a mí con mi propia bendición hermosa.
Bendigo Tu nombre por los siglos de los siglos, y ruego que mi bebé a la vez sea una bendición para Ti. Dame sabiduría para criar a este bebé de manera que Te ame y confíe en Ti como su Salvador. Cuídanos y guíanos, ampáranos y protégenos en todos los días por venir, mientras aguardamos aquella Bendita esperanza, la gloriosa aparición de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo, en Cuyo nombre oro,
Amén.