Padre amado, has prometido orientarme y guiarme por cada paso de mi vida. Ahora he venido a ti, Señor, porque debo tomar una decisión y no sé qué camino tomar.
En el fondo de mi corazón, Señor, sé que si primero te busco a Ti en mi vida y si camino en espíritu y en verdad, entonces estarás allí para guiar cada uno de mis pasos y para orientarme por la senda que sea mejor para mí.
Bríndale paz a mi corazón mientras tomo esta difícil decisión, y déjame vivir de una forma que Te complazca. Gracias, Señor, pues has prometido acompañarme en cada paso que dé. Déjame caminar y vivir de una forma que Te complazca,
Amén.