Amante Señor, Te pido que me des un corazón sabio y entendido. Un corazón que discierna con facilidad Tu voluntad, de manera de tomar las mejores decisiones para mi vida y poder dar lo mejor de mí para ayudar a los necesitados.
Dame un corazón obediente. Un corazón que esté listo y dispuesto a decir: "Hágase Tu voluntad" y que no insista en que mi voluntad es mejor. Señor, sé que el corazón es engañoso, y ruego no discernir de manera errónea Tu voluntad por culpa de mi soberbia o necedad. Ruego que me mantengas inclinado ante la cruz.
Ruego que me mantengas lejos de los consejos impíos, pues sé lo destructivas que pueden ser las palabras sueltas de un falso testigo, y no me dejes caer en una actitud soberbia que sea destructiva para el alma.
Abre mi corazón para escuchar Tu suave susurro y dame discernimiento para saber cuándo hablar y cuándo callar. Ruego que guíes y dirijas mis pasos, en nombre de Jesucristo,
Amén.