Padre celestial, soy una creación admirable, y cuando leo que conoces los pensamientos más profundos de mi corazón incluso antes de que broten en mí, que conocías todo acerca de mí cuando estaba en el vientre materno, y que has planificado cada día de mi vida, me lleno de admiración y asombro por Quién eres. Me deslumbra y a la vez me honra saber que el Dios del universo me conoce de manera tan íntima.
Señor, anhelo conocerte con mayor profundidad, comprender cada vez más Quién eres y establecer una relación más íntima contigo. Por tanto, ruego que, con Tu gracia y misericordia, me permitas conocerte de manera cada vez más profunda y comprender de manera más pura Tu bondad y Tu naturaleza santa.
Enséñame a vivir como Tú quieres que viva, y que todo lo que diga y haga sea conforme al Señor, para Tu gloria y alabanza. Úsame según Te plazca, y ruego que los demás puedan ver a Cristo en mí. Fue Juan el Bautista quien dijo: "Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe", y ruego que esta sea la experiencia de mi vida, hasta que Cristo sea todo en todos. En nombre de Jesús,
Amén.