Padre celestial, en un mundo que es cada vez más hostil a los cristianos, rogamos que actúes en el corazón y en la vida de cada integrante de Tu cuerpo. Danos sabiduría y fortaleza mientras enfrentamos este momento de agresión cada vez mayor.
Rogamos que nos unas en amor y en comunión y hagas brotar en nuestro corazón el profundo deseo de apoyar en intercesión y oración a nuestros hermanos y hermanas en Cristo.
Perfecciona a cada integrante de Tu Iglesia en cualquier parte del mundo. Acércanos cada vez más el uno al otro y a Ti, y santifica Tu Iglesia por el lavamiento del agua con la Palabra, para que se perfeccione y se santifique, y no tenga ninguna mancha ni arruga ni cosa semejante.
Usa a cada integrante de Tu cuerpo como testigo de Tu gracia y amor, y únenos en santa y dulce comunión, para que el mundo sepa que Tú eres el Señor y que nosotros somos Tus hijos. Gracias, en nombre de Jesús,
Amén.