Señor y Dios celestial nuestro, Que sufrió, sangró y murió en condiciones espantosas y resucitó, hemos traído ante Ti a todos los creyentes de Cristo que por amor de Tu nombre son víctimas de actos de odio e intolerancia que hoy están devastando la vida de muchos cristianos en muchas partes distintas del mundo.
Consuela con Tu gracia a todos los que son víctimas del odio y de la intolerancia de sus semejantes, y dales la gracia y la fortaleza para enfrentar las perversidades que se cometan en contra de ellos.
Ruego que infundas compasión y misericordia en aquellos que oprimen a nuestros hermanos y hermanas.
Haz que todos los que sufren sientan Tu cercanía especial en todas las luchas que atraviesan. Atiende sus necesidades corporales y sustenta su espíritu con Tu gracia celestial. Llena sus corazones de esperanza, sabiendo que los acompañas en todas las cosas y que nunca los abandonarás ni los desampararás. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.