Querido Señor Jesús, he traído ante Ti a mi querido amigo, que ha sido un gran apoyo para mí durante la mayoría de mi vida cristiana; sin embargo, Señor, ha comenzado a tener graves problemas de salud relacionados con su obesidad, e incluso le cuesta caminar y realizar algunas tareas cotidianas y sencillas de la vida. Sé que le gustaría adelgazar, y de hecho lo está intentando, pero a medida que envejece y pierda movilidad, la tarea de bajar de peso se vuelve mucho más difícil.
Ahora lo dejo en Tus manos, y Te pido que, con Tu gracia, atiendas su necesidad de bajar de peso. Sabe que su peso en realidad no Te honra; por lo tanto, ruego que atiendas su momento de necesidad y, si es necesario, le hagas un llamado de atención para que cuide con más esmero su cuerpo, que es el templo del Espíritu Santo.
Tú sabes que no solo ha sido un apoyo para mí en mi senda cristiana, sino que en la vida de muchas otras personas, pero este problema de sobrepeso está limitando gravemente su vida y podría dejarlo inmóvil. Con Tu gracia, atiende esta necesidad. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.