Padre, me has enseñado cosas maravillosas a través de tu Palabra. Me has puesto en una nueva posición. Mi relación contigo es más cercana y más bendita de lo que me imaginaba. Tu Espíritu Santo me ha convertido en tu hijo y ha tomado mi vida infructífera y la ha convertido en la tierra que labra tu mano.
Bríndale paz a mi alma para poder mantener la calma en medio de toda la confusión, encontrar mi mayor alegría al permanecer en Cristo, ser llamado tu amigo y vivir en armonía consciente contigo y con todos los que te aman de forma sincera. Ten misericordia de tu Iglesia dividida y cura las heridas por amor de Jesús, para que así el mundo pueda creer que tú lo enviaste.
Amén.
Peter Ainslie