Padre celestial, si el necio dice en su corazón que no hay Dios, entonces ruego que me hagas sabio delante de Tus ojos; sin embargo, si al igual que Pablo soy necio por amor de Cristo, entonces ruego también poder ser insensato por amor de mi Señor y Salvador, Jesucristo.
Señor, me doy cuenta de que Pablo renunció a la fama y a la fortuna, a la gloria y al respeto, al estatus y al prestigio a fin de conocer más sobre el Señor Jesucristo, y fue rechazado, perseguido, quedó sin hogar y fue abusado, todo por causa de conocer más a Cristo. Es más, al igual que yo, él clamó: "A fin de conocer a Cristo, y el poder de Su resurrección y la participación de Sus padecimientos".
Padre, sé que el mundo Te ha rechazado a Ti y al Mismísimo Señor Jesús, Que murió para que, por la gracia y mediante la fe, pudiéramos reunirnos contigo y estar posicionados en Jesucristo en lugares celestiales.
Sin embargo, creo que: "No es ningún necio el que entrega lo que no puede guardar, para ganar lo que no puede perder", y ruego que este sea el lema de mi vida. Por lo tanto, ruego que me ayudes a ser un testigo digno de Ti y aceptar las dificultades y los rechazos por amor del evangelio. Y si mis amigos, familiares, colegas y la sociedad en general han de considerarme la escoria de la humanidad y un necio para Cristo, entonces ruego poder aceptarlo de buena gana, con la fortaleza de Tu Espíritu Santo y por la gloria de Dios el Padre.
Ruego en nombre de Jesús mi Salvador,
Amén.