Perdóname, Señor, por todas las veces en que pareciera haberte olvidado o ignorado en medio de mi vida laboral, cuando corro de un asunto importante al otro o me veo consumido por tener que cumplir mi trabajo, en lugar de hacer que mis pensamientos ansiosos descansen en Ti.
Señor, conozco la importancia de la tranquilidad, de descansar en Ti y de guardar silencio ante Tu presencia, y ruego que uses estas vacaciones para ayudarme a revaluar mi relación contigo, de forma que en el futuro pueda poner los ojos en Ti y depender de Ti y no de mí mismo. Señor, enséñame a descansar en Ti y a no fatigarme con mi propios esfuerzos.
Gracias por Tu amor y paciencia hacia mí. Gracias por haberme esperado a que tomara esta importante decisión y por haberme incitado a tomarla, pues sé que mi prioridad en la vida es enmendarme contigo y mantenerte en el centro de todo lo que hago.
Enséñame, Señor, a guardar silencio ante Ti. A guardar silencio ante Tu presencia y a depositar en Ti todas mis cargas, incluso aquellas que tenga en mi trabajo. Ruego que examines mi corazón durante este tiempo de calidad que pase contigo en estas vacaciones, y cuando terminen, ruego estar más preparado y ser capaz de depositar en Ti todas mis cargas, sabiendo que te interesa cada ámbito de mi vida, incluso mi vida laboral. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.