Padre celestial, hemos leído en Tu Palabra que "sin visión el pueblo perece, pero bienaventurado es el que guarda la ley". Padre, perdónanos por seguir nuestra propia visión humana limitada en lugar de seguir Tu visión piadosa y eterna.
Perdónanos por intentar confiar en nuestra propia visión limitada de lo que consideramos importante en nuestras vidas y en el mundo en el que vivimos, en lugar de seguir la perspectiva más pura de Tus planes eternos, pues solo una vez que comprendamos Tus propósitos para el mundo, podremos buscar con humildad y honestidad una visión y una sabiduría piadosas.
Señor, oramos "Hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo...", pues al hacerlo reconocemos que si el Príncipe de la Paz no regresa a reinar y a gobernar este mundo, no habrá descanso para la humanidad y no habrá la paz eterna que sobrepasa todo entendimiento.
Enséñanos Tu visión y a orar conforme a Tu voluntad, no solo en nuestras vidas personales y en la de nuestros seres queridos, sino que también ayúdanos a comprender con mayor profundidad Tu visión más amplia del futuro de la humanidad, cuando la tierra se llene de la gloria de Dios como las aguas cubren el mar. Empapa nuestros corazones en Tu deseo perfecto para la humanidad, y ayúdanos a comprender Tu propósito más amplio para esta. Danos la sabiduría para orar conforme a Tu visión, pues solo una vez que nuestros pensamientos se ajusten a la mente de Dios y nuestra voluntad a la voluntad del Padre, mediante el poder del Espíritu Santo, nuestras oraciones serán eficaces.
En nombre de Jesús,
Amén.