Querido Señor, sé que he de permanecer en Ti, y tan solo deseo vivir día a día descansando y permaneciendo en Ti. Señor, enséñame a permanecer en Ti, para que mi esencia se desvanezca cuando el Espíritu de Cristo atraviese mi ser.
Dame la fortaleza para ser una rama fructífera, pues solo Tú eres mi suficiencia. Déjame permanecer en Tu amor para así producir abundante fruto a partir de Tu abundante gracia. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
“
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.”