Oh Dios, ayúdame a vivir el hoy. He tenido mis ayeres, y algunos no fueron muy buenos. No se puede cambiar lo que pasó ayer, pero yo sí puedo cambiar.
Respira sobre mí, oh Dios, y concédeme la valentía para esforzarme con sinceridad por ser la persona que sé que debería ser, pues al serlo, podré obtener la paz que busco. Ayúdame a vivir el hoy de la forma que Tú quieres que viva, conforme a Tu voluntad y para Tu gloria y alabanza. En nombre de Jesús,
Amén.