Oración para limpiar mi corazón

Gracias, Padre, porque aunque mis pecados fueron como la grana, la sangre de Cristo los ha dejado blancos como la nieve. Gracias porque aunque cometí muchos pecados, estos fueron puestos en el inmaculado Cordero de Dios, Que recibió el castigo que yo merecía. Y aunque sea indigno, gracias porque he sido vestido de la justicia perfecta de Cristo y he sido justificado en Él.

Gracias, pues el Señor Jesús estaba preparado para identificarse con mi pecaminosidad, para que a la vez yo pudiera identificarme con Su gloriosa justicia.

Padre, reconozco lo mucho que has hecho por mí como una dádiva de gracia, y Te pido que sigas examinándome y limpiándome de toda injusticia. Ruego que elimines mi obstinación, mi pasión y mi soberbia, y que purifiques mi corazón.

Gracias, Padre, porque ahora no hay condenación ni acusación contra mí. Gracias por Tu maravilloso amor y por Tu gran perdón y, a partir de hoy, nunca dejaré de alabarte con todo el corazón y viviré toda mi vida por Ti. Ruego en nombre de Jesús,

Amén.