Querido Padre celestial, hoy Te invoco como un hijo de Dios comprado por sangre para pedirte que me ayudes y me protejas en este momento de ataque espiritual. Creo que Jesús murió por mis pecados y que a través de Su muerte y resurrección, el pecado, la muerte y Satanás son un enemigo derrotado eternamente y que en Jesucristo mi Señor puedo obtener la victoria sobre todos los poderes de las tinieblas que intentan destruir espiritualmente mi confianza y fe.
Señor, mientras estoy delante de Ti, sé que estoy unido en Cristo y que a nada he de temer. Sé que Satanás aborrece a todos aquellos sobre los cuales es invocado Tu nombre y que conspira y maquina en contra de los que están posicionados en Cristo. Ruego que me liberes de los peligros y de las perversidades a través de los cuales las fuerzas del mal intentan atraparme, y ruego que me protejas de todas las formas de tentación, para así no darle lugar al diablo en mi vida.
Gracias por la armadura espiritual que cada día me puedo poner, y mantenme alerta a los planes del diablo. Hazme resistir a todas las insinuaciones en contra de mí con el poder y la fortaleza del Espíritu Santo. Ruego en nombre del Señor Jesús, Que murió y resucitó para que el poder de Satanás sobre mi vida pudiera ser derrotado para siempre.
Amén.