Padre, Tu Palabra nos recuerda: "Cuán hermosos son los pies de los que predican el evangelio de la paz". Ruego que en Cristo pueda usar las sandalias de la serenidad y tomar la senda de la paz.
Ayúdame a tener una mentalidad espiritual y a caminar como es digno del llamamiento que he recibido. Déjame actuar con un corazón humilde y un espíritu dócil, y ayúdame a vestirme de paciencia y bondad, y a poner las necesidades de los demás por encima de las mías.
Ruego que, con Tu fortaleza, mi vida manifieste el fruto de la justicia y de la gracia, y ayúdame en todas las cosas a mantener la unidad del Espíritu a través del vínculo de la paz, para Tu gloria y alabanza. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.