Padre celestial, Te damos gracias porque a través de la cruz, Cristo obtuvo la victoria sobre Satanás, el pecado y la muerte; sin embargo, sabemos que hasta que Cristo haya puesto a todos sus enemigos debajo de Sus pies, seguimos en guerra espiritual contra el enemigo de nuestra alma. Haznos estar siempre conscientes a esta verdad.
Señor, sabemos que las armas de guerra no son armas físicas del mundo ni tampoco son armas carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas espirituales. Señor, rogamos que nos enseñes a demoler las fortalezas espirituales de nuestras vidas y de la vida de los demás, y hacerlo a Tu manera y no intentar hacerlo con nuestra propia fuerza carnal insensata. Rogamos que nos enseñes a depender de Ti solamente.
Ayúdanos a comprender las estrategias de Satanás que intenta disminuir nuestra eficacia al hacernos dudar de Tu Palabra, Tus capacidades y Tu carácter, y que incluso intenta hacernos cuestionarnos quiénes somos en Cristo. Señor, ruego que mi confianza en Ti se mantenga firme, pues solo a través de Tu poder se derrumbarán las fortalezas de Satanás.
Mantennos siempre alertas y atentos para que no tome ventaja sobre nosotros cuando no estemos preparados para la guerra espiritual. Vístenos en Cristo, haznos constantes en la oración y sensibles a la orientación de Tu Espíritu Santo, para que así podamos vencer al enemigo, no por la fuerza ni por el poder, sino a través de Tu Espíritu. Rogamos en nombre del Señor Jesús,
Amén.