Padre, a veces el duelo nos sacude y el dolor de perder a un ser querido nos paraliza y nos abruma; por lo tanto, oramos por todos aquellos que enfrentan el duelo y que deben aceptar la pérdida de un ser cercano. Oramos por todos los que recientemente han perdido a un familiar, a un amigo cercano o a un colega, y rogamos que Te mantengas cerca de ellos.
Rogamos que les des fortaleza y les brindes el consuelo que solo de Ti proviene, y rogamos que cada uno de ellos reconozca que necesita profundamente volverse a Cristo, Que es el Dios del consuelo y Que nos consuela en nuestra aflicción, tristeza y dolor.
Sana a todos los quebrantados de corazón, da fortaleza a los que sufren y, respecto a los que todavía no Te reconocen como su Salvador, rogamos que durante este tiempo, el glorioso evangelio de la gracia resplandezca en sus corazones, para que así participen en Tu paz perfecta y júbilo celestial, sabiendo que la muerte es tan solo la entrada a Tu gloriosa presencia. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.