Padre, Te bendigo y Te agradezco por este nuevo día y por las nuevas oportunidades y desafíos que traerá. Gracias, pues Tus misericordias se renuevan cada mañana, y ruego hoy poder caminar como es digno de Ti y ser un testigo fiel en pensamiento, palabra y acción, de manera de demostrar una actitud propia de Cristo ante todos aquellos con los que tenga contacto.
Mantenme siempre enfocado en Ti, Señor, y haz que mi corazón confíe permanentemente en Ti para que atiendas todas mis necesidades. Ayúdame a no actuar con mi propia fortaleza, sino con el poder del Espíritu Santo. Hazme permanecer firme en la verdad del evangelio de la gracia y a mantener los ojos puestos firmemente en Jesús, confiando en que me brindará Su fortaleza que basta para cualquier situación. Enséñame todo lo que hoy quieres que aprenda y dame la valentía y la fortaleza para alcanzar el objetivo del supremo llamamiento en Jesucristo. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.