Dios misericordioso y Padre celestial, nos regocijamos mucho cuando nuestro querido hijo se casó con su adorable novia, pero qué pena que las cosas se hayan deteriorado a tal punto que van a divorciarse. Señor, esto no es lo que hubiéramos querido, y estoy seguro de que no es Tu voluntad perfecta para sus vidas. Señor, no nos dejes criticar sus planes, más bien déjanos ser un presente y un apoyo piadoso para nuestro hijo y nuestra nuera en este difícil momento.
Padre, Tú conoces el problema que hay entre ellos, y ruego que ambos busquen Tu rostro antes de tomar esta decisión irreversible. Señor, rogamos que, con Tu gracia y misericordia, hagas que sus corazones reconsideren esta decisión, y que Tu Espíritu Santo convenza sus corazones y les recuerde los votos matrimoniales que hicieron ante Tu presencia.
Acompáñanos en los días por venir, y ayúdanos a mantener nuestra confianza en Ti, pues sabemos que dispones todas las cosas para el bien de aquellos que son Tus hijos. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.