Amante Padre celestial, levanto las manos ante Ti para agradecerte por mi hogar y por la familia que con tanto amor me has dado.
Señor, has llenado nuestro hogar de muchas bendiciones. E incluso cuando los tiempos han sido complicados y las circunstancias de la vida han sido muy difíciles, me has bendito con una familia amorosa, la cual cada día se vuelve una bendición más grande. Cuánto Te agradezco, Señor Jesús, y bendigo Tu santo nombre.
Gracias, Señor, por mis padres que me han brindado tanto apoyo, no solo en mis primeros años, sino que también durante mi adultez. Ruego que bendigas a ambos y también a mis otros parientes, a mis tíos y tías, hermanas y hermanos, sobrinos y sobrinas, primos y abuelos. Todos ellos han sido una bendición especial.
En particular, Te doy gracias por mi cónyuge y por la alegría de haber visto a nuestros hijos nacer en este mundo y convertirse en adultos responsables. Y también, Señor, por el milagro de haber presenciado el nacimiento de mis queridos nietos. Qué alegría ha sido, y cuánto Te alabo por Tu bondad y misericordia hacia mí.
Señor, gracias por todos los que forman parte del cuerpo más amplio de Cristo, mis hermanos y hermanas de todo el mundo, que se han convertido en una parte fundamental de mi familia eterna. Gracias por la maravillosa alegría de saber que en los días por venir nos uniremos en amor contigo en lugares celestiales, cuando nuestros cuerpos glorificados reciban la eternidad. No hay palabras que basten para expresar la gratitud que siento, Señor, pero Te doy gracias. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.