Querido Señor, mientras miro el pasado, quisiera agradecerte por todos los maestros que has puesto en mi senda y por la maravillosa manera en que muchos de ellos me han influenciado de manera positiva a través de las páginas de mi vida.
Gracias por la perspectiva de la vida que algunos de ellos me han dado y porque me han alentado a explotar mi potencial interno para que así mis talentos y dones ocultos florecieran y brotaran en beneficio de los demás y en Tu gloria.
Gracias por aquellos que me ayudaron a enfocarme en una tarea específica, por muy tediosa que fuera, sabiendo que sido capaz de lograr metas y objetivos que aparentemente eran inalcanzables.
Gracias por los maestros que me enseñaron sobre la compasión y me hicieron alcanzar un conocimiento salvador del Señor Jesucristo, y gracias por aquellos que profundizaron mi vida cristiana y que incluso me corrigieron cuando comencé a desviarme de la verdad.
Ruego que me uses para ser un maestro y alentar a las personas que pongas en mi senda. Hazme cumplir de manera fiel Tu mandamiento de amar tal como Cristo nos amó y ofrecerte mi vida como un sacrificio de agradecimiento y alabanza. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.