Querido Señor Jesús, al abrir los ojos en la mañana, Te alabo por haberme cuidado durante la noche y por haberme brindado este día nuevo y fresco, en el cual podré acercarme a Ti.
Gracias por haberme dado un sueño reparador y por la alegría y las oportunidades que trae un nuevo día. Ruego que me orientes y me guíes durante el día y me des sabiduría en todo lo que diga y haga. Dame la oportunidad de contarles a los demás acerca de Jesús, ya sea en palabra o en acción. Ruego poder ser un buen testigo Tuyo y que los demás puedan ver en mí el amor del Señor Jesús.
No me dejes caer en las tentaciones que invaden con tanta rapidez mi vida ajetreada, y que hoy sea un día en el que pueda crecer cada vez más en la gracia y el conocimiento de Ti.
Amén.