Querido Señor Jesús, Tú dijiste: "Dejen que los niños vengan a mí, porque de ellos es el reino de los cielos". Señor, he traído ante Ti a cada uno de mis queridos hijos para ponerlos bajo Tu cuidado.
Gracias por el maravilloso privilegio de ser padre o madre, pues sé que los hijos son un don del amor del Señor. Te bendigo cada día por los hermosos dones que has puesto en mi regazo tan generosamente. Gracias por cada una de sus vidas, y que sus vidas se conviertan en una fructífera ofrenda de amor hacia Ti.
Haz brotar en mí la disposición para entregarte a mis hijos como un don de amor, y ruego que tomes y uses a cada uno de mis hijos de una forma que Te complazca. Que su fe se vuelva gigante, pero que su espíritu se mantenga humilde, su corazón se mantenga gentil, y que estén dispuestos a escuchar y aprender.
Gracias por el maravilloso ejemplo de Abraham, un hombre de fe que confió en Ti lo suficiente para estar preparado para entregarte a su propio hijo como una ofrenda de amor hacia Ti. Ruego, al igual que él, poder seguir confiándote el cuidado de mis hijos, pues sé que pase lo que pase, harás Tu buena obra en sus vidas.
Amén.