Gracias, Señor, por mi hermana y por los momentos maravillosos que hemos compartido juntas. Gracias por habernos dado una familia y por el privilegio de tener una hermana como la mía. Gracias por todo lo que me ha enseñado mi hermana y por el ánimo que me ha brindado cuando he enfrentado dificultades y angustias.
Señor, ruego que Te mantengas cerca de ella y la dirijas y la protejas en todo lo que haga. Oriéntala y guíala hacia toda la verdad y acércala aun más a Ti.
Señor, ruego que día a día se acerque a Ti y se entregue a la orientación de Tu Espíritu. Que crezca en la gracia y el conocimiento de Jesús hasta que todos alcancemos la madurez espiritual.
Infunde en ella la gracia y el deseo de estudiar Tu Palabra y de acercarse a Ti en oración diaria. Une sus pensamientos a los tuyos y su voluntad a la Tuya, para que así crezca en la sabiduría y en la verdad que solo de Ti provienen. Que sea poderosa en el fruto del Espíritu y que crezca en humildad y en gentileza, y úsala de forma poderosa para demostrar el amor y la gracia del Señor Jesús en todo lo que diga y haga. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.