Padre celestial, gracias por mi esposa y por todo lo que significa para mí. Gracias por haber traído a mi vida a una mujer tan buena para que fuera mi ayuda y mi amiga, así como mi amante y mi consuelo.
Gracias por el amor que tiene por Ti, Señor, y ruego que nuestro matrimonio se haga cada día más fuerte, de forma que crezcamos en la gracia, y que nuestro amor mutuo y por Ti florezca y se convierta en la unión marital que deseas para cada uno de Tus hijos.
Bendice nuestra vida juntos y estrecha nuestro vínculo de unidad, para que juntos podamos mantenernos codo con codo mientras llevamos a cabo la obra que nos has encomendado, para así glorificar Tu nombre.
Perdónanos por aquellos momentos en que hemos permitido que las preocupaciones de la vida y la necedad de la carne amarguen nuestra relación especial, sabiendo que el enemigo intenta desunir las vidas y los matrimonios cristianos. En lugar de eso, ayúdanos a pedir disculpas con tranquilidad y humildad por nuestros defectos, y haz cambiar nuestra forma de pensar, para que así pongamos las necesidades del otro por encima de las nuestras.
Gracias por la hermosa bendición de mi esposa. En nombre de Jesús,
Amén.