Querido Dios Padre, hoy he venido a Ti porque tan solo quiero sentarme ante Tu presencia, bañarme en Tu belleza, descansar en Tu amor y simplemente pasar tiempo a solas contigo.
Señor, no tengo ninguna oración específica que ofrecerte, salvo decirte que tan solo quiero estar contigo porque Te amo. Señor, tan solo quiero que mi mente se inunde de la maravilla de Quién eres y regocijarme en Tu gloria y gracia. Señor, a veces me sobrecoge Tu benevolencia y Tus misericordias hacia mí. No lo comprendo, pero Te alabo con todo el corazón.
Señor, a veces me deslumbra darme cuenta de que el Dios del universo ha elegido morar en mi frágil cuerpo y que Tú quieres tener una relación estrecha y personal conmigo, caminar conmigo en la brisa fresca de la tarde y que descansemos en los brazos del otro, simplemente porque me amas. No hay palabras que basten para expresar la maravilla de Quién eres, y Te doy gracias por ser mi Salvador y por amarme como me amas. En nombre de Jesús,
Amén.