Padre celestial, es absurdo y está mal deprimirse tanto por estas vacaciones inminentes; sin embargo, Señor, Tú sabes que me cuesta mucho lidiar con las vacaciones, y sé que no puedo romper este ciclo de depresión sin Tu ayuda y fortaleza.
Dime qué debo hacer para impedir que esta depresión se apodere de mí a medida que se acercan mis vacaciones. Enséñame qué debo hacer cuando mi mente se llene de pensamientos de pánico, y dime cómo puedo impedir que aquellos pensamientos se apoderen de mí y me lleven a un estado de desesperación y depresión.
Señor, sé que la Biblia dice que debemos capturar cada pensamiento, pero no sé como hacerlo; sin embargo, ruego que me ayudes a aplicar este principio bíblico en mi propia vida y en mi depresión vacacional, para que así cuando detecte cualquier emoción de desesperación o desesperanza, pueda entregártela, pues has prometido cargar todas nuestras preocupaciones y dificultades.
Señor, déjame liberarme por completo de esta depresión recurrente cada vez que se acercan las vacaciones y, con el poder del Espíritu Santo que habita en mí, ruego que esta depresión debilitante no vuelva a fastidiarme. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.