Padre celestial, ruego que prepares mi corazón y me ayudes a ser diligente en mis estudios. Ruego que mi mente sea receptiva a las verdades que estoy aprendiendo, y ruego poder retener y recordar lo que leo, y comprender con profundidad todo lo que estoy aprendiendo.
Dame el profundo deseo de estudiar, hazme comprender mejor lo que estoy aprendiendo, y haz brotar en mí la capacidad de permanecer alerta en espíritu, alma y cuerpo durante este tiempo de intensa concentración. Y Señor, ruego que hagas brotar en mí un espíritu enseñable, una mente curiosa y la capacidad de aplicar lo que he aprendido en mi vida. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.