Amante Señor, gracias por el ejemplo de Jesús, Que clamó: "Padre, perdónalos" en la cruz. Ayúdame a rogar libre y voluntariamente por el perdón de mis enemigos y de aquellos que, cualquiera sea el motivo, sientan antipatía hacia mí o intenten hacerme daño.
Señor, Te doy gracias porque incluso las personas de nuestra vida que nos desprecian y nos tratan mal tienen un propósito divino en Tu plan perfecto, el cual nos lleva de vuelta a Tus brazos de amor. A partir de ahora, podemos elevarlos en oración a Tu trono de gracia, rogando por su perdón y salvación, y liberándonos de todo odio o amargura reprimidos que dañe nuestras almas y nuestro bienestar.
Perdona a mis enemigos, Señor, y a todos los que han intentado hacerme daño o perjudicarme. Ten piedad de aquellos a los que llamo enemigos, y dame la gracia para enseñarles el amor de Cristo en mis acciones y actitudes hacia ellos. No me dejes tener pensamientos rencorosos ni deseos de venganza, más bien haz brotar en mi corazón la paz que solo puede obtenerse al depositar en Ti todas mis preocupaciones, incluidos mis enemigos.
Dame la gracia no solo para perdonar por completo a mis enemigos, sino que también para bendecir a aquellos que me persiguen, pues al hacerlo podré ver un tenue reflejo de Tu enorme gracia hacia mí, por lo cual Te alabo y Te agradezco. En el bendito nombre de Jesús,
Amén.