Bendito sea el Dios y el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Que nos bendijo con toda bendición espiritual en Jesucristo. Padre, cómo podemos agradecerte lo suficiente por la gracia maravillosa y el amor incondicional que has derramado en todos Tus hijos de manera ilimitada y sin ningún costo.
Te bendecimos y Te agradecemos porque nos elegiste antes de la creación del mundo para que nos convirtiéramos en Tus hijos y en coherederos con Jesucristo nuestro Señor. Nos has elegido para que seamos santos e intachables ante Ti durante todos los días de nuestras vidas. Incluso nos has adoptado como Tus hijos e hijas, y nos has sentado junto a Cristo en lugares celestiales. Tu bondad es inescrutable, y Tu benevolencia regocija nuestros corazones y da humildad a nuestro espíritu.
No somos dignos de inclinarnos y atar la correa de Tu calzado y, sin embargo, Tú nos has levantado y nos has sentado junto a Cristo en lugares celestiales. Te veneramos y Te adoramos, y bendecimos Tu santo nombre por los siglos de los siglos,
Amén.