Oraciones por los pacientes hospitalizados

Oración de confesión por el enojo que albergo en mi corazón

Amante Señor, confieso que mi corazón alberga mucha amargura y enojo, y he venido a Ti pues sé que nada puedo hacer para deshacerme de este sofocante obstáculo en mi vida.

Busca en mi interior, Señor, y deja al descubierto todo lo que no sea complaciente delante de Tus ojos. Ayúdame a extirpar el enojo que pareciera estar firmemente enraizado en una incapacidad de perdonar profundamente arraigada.

Perdóname, Señor, por el dolor que he provocado, pues sé que mi enojo ha hecho daño a muchas personas. Sin embargo, me doy cuenta de que mi pecado del enojo es contrario a Ti, por lo que he pecado de esta forma únicamente en contra de Ti.

Además, ruego que hagas brotar en mí un corazón capaz de perdonar a aquellos que me han hecho tanto daño. Y sabiendo que el Señor Jesús perdonó muchos de mis pecados, confieso que también debería perdonar a los demás, tal como Dios perdonó todos mis pecados por amor del nombre de Cristo.

Gracias porque en Ti tengo la victoria contra todos mis pecados, incluso mi enojo, pues en Cristo el poder del pecado ha sido destruido en mi vida, ya que confío en Su nombre.

Gracias, Señor. Confío en que quitarás todo el enojo que yace en mi interior y me llenarás de Tu paz perfecta, pues has prometido guardar en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera.

Amén.
“Nada hay sano en mi carne a causa de tu indignación; en mis huesos no hay salud a causa de mi pecado.”

Oración para combatir el enojo

Querido Señor, Tú sabes cómo mi corazón lucha con el enojo, y sabes que todavía siento odio hacia aquellos que me han hecho daño y han abusado de mí de tantas formas. Señor, mi enojo es tan profundo en mi alma que a veces siento que mi cabeza va a explotar.

Señor, sé que no hay forma de controlar mi enojo, pues lo he intentado en vano muchas veces. Puedo controlarlo por un tiempo, pero luego siento como si estuviera a punto de explotar por dentro. Sé que debo lidiar con la raíz de mi enojo. Ayúdame, Señor.

Señor, sé que la única forma de lidiar con mi enojo es mantener mi corazón y mis pensamientos enfocados en Ti, pues Tú recibiste el castigo por mis pecados, mi enojo y mi odio.

Sé que el perdón verdadero y genuino de aquellos que tanto me han hecho daño es la forma de lidiar con la raíz de mi problema. Ayúdame a decir, tal como Tú lo dijiste en la cruz: "Padre, perdónalos", y a mantener los ojos de mi corazón puestos en Ti.

Confieso mi enojo, Señor, y ruego que me perdones. Ruego que hagas brotar en mí un corazón limpio y capaz de perdonar,

Amén.

Oración para liberarme del enojo y del rencor

Amante Señor, dejo a Tus pies este enojo y esta amargura que a menudo albergo en mi corazón, y ruego que, con Tu gracia, dejes al descubierto todo lo que hace que el veneno amargo que se aloja en mi corazón se manifieste con tanta frecuencia, y ruego que me liberes de este.

Señor, confieso todo mi enojo y amargura, y sé que al permitir que broten en mi corazón, se rompe nuestra comunión. Sé que si confieso mi enojo, Tú eres fiel y justo y perdonarás los arrebatos de enojo de mi corazón y me limpiarás de toda injusticia, por lo cual alabo Tu nombre. Sin embargo, Señor, deseo liberarme de esta contaminación que afecta a mi corazón, para que así la raíz de mi enojo se marchite en mi interior. Te pido que me examines y extirpes todo lo que no sea complaciente delante de Tus ojos.

Gracias en nombre de Jesús,

Amén.

Oración para manejar mi enojo y rencor

Padre celestial, Te pido que examines mi corazón, ya que en lo profundo de mi alma abunda el enojo y el resentimiento, y sigo sumergido en tal agua amarga en lugar de beber cada día de las aguas de vida que fluyen hacia un corazón que tiene los ojos puestos en Jesús.

Examina mi corazón, Señor, y extirpa toda la amargura y el resentimiento que están tan arraigados en lo profundo de mi ser. Busca en las profundidades internas de mi alma y deja al descubierto mi dolor y mi resentimiento reprimidos, pues solo Tú puedes liberarme de mi profundo dolor interior.

Gracias, Padre, pues perdonaste todos mis pecados en la cruz de El Calvario, y creo que pagaste el precio de todos mis pecados, incluso el enojo de mi corazón, el cual sigue manifestándose con frecuencia. Ruego que, con Tu gracia, me liberes de todo vestigio de enojo y hagas brotar en mí un corazón de amor y perdón, para así poder asemejarme más a Jesús,

Amén.

Oración por todos los que combaten el enojo y la incapacidad de perdonar

Padre amado y Señor celestial, sé que la oración es simplemente el aliento del desamparo que se nutre en el pecho del Padre. Por lo tanto, Señor, he venido a Ti a orar por todos los hombres y las mujeres que luchan con la amargura y el enojo que yacen en lo profundo de su alma, y que no son capaces de lidiar con esta enfermedad sin Ti, Señor.

Padre, solo Tú puedes atender su necesidad y cortar la raíz de su enojo, pues solo al permanecer en Cristo el fruto de Su Espíritu Santo puede crecer y desplazar la fealdad del enojo y de la amargura que yace en su interior.

Haz que aquellos que no reconocen al Señor Jesús como su Salvador alcancen una fe salvadora en Él, para que así puedan saber que sus pecados serán eternamente perdonados y que Tú pagaste el precio de todos estos. Y aquellos que Te reconocen como su Salvador, ruego que lleguen a comprender que solo si nos entregamos a Tu Espíritu y admitimos nuestra incapacidad de lidiar con el fruto del mal que yace en nuestro corazón, Tú nos guiarás por la senda de la justicia, del perdón y del amor.

Amén.