Querido Padre celestial, gracias por Tu generosa provisión que nos brindas día a día y por las numerosas bendiciones de Tu gracia, las cuales compartimos cada día. Sin embargo, Señor, sé que hoy hay muchas personas en el mundo que sufren y que tienen hambre; por lo tanto, pongo ante Ti a todos los necesitados o que enfrentan el hambre o la falta de comida.
Señor, atiende a cada uno de Tus hijos, y ten piedad y misericordia de los que no tienen comida suficiente o que enfrentan la hambruna. Oro por aquellos que tienen graves dificultades socioeconómicas y que no pueden ni siquiera satisfacer las necesidades básicas de sus vidas ni las de sus familias.
Ten piedad de todos los que tienen hambre, tanto física como espiritual. Atiende sus necesidades físicas y sé su alimento espiritual. Ruego en el hermoso nombre de Jesús,
Amén.
Amante Señor, mientras nos reunimos alrededor de esta mesa de comida, Te damos gracias por esta oportunidad de hacer una pausa en nuestros distintos deberes para unirnos en familia, en comunión y en amor.
Mientras compartimos esta deliciosa comida que, con Tu gracia, has brindado a nuestros cuerpos, rogamos que también alimentes nuestros corazones y renueves nuestras almas.
Manten nuestros corazones siempre abiertos a Ti y eternamente agradecidos por Tu provisión diaria. Y Señor, haznos conscientes de las necesidades de los demás, de forma que estemos preparados para ayudar y compartir si tenemos la oportunidad.
Señor, gracias por todo lo que nos has dado y por estos momentos de renovación. Déjanos crecer en la gracia y el conocimiento del Señor Jesús, en Cuyo nombre oramos,
Amén.
Querido Padre celestial, nos hemos reunido alrededor de esta mesa de comida en amistad y en comunión para compartir las numerosas bendiciones que nos has concedido, por lo cual estamos profundamente agradecidos.
Padre, gracias por tu generosa provisión de cada día. Rogamos que atiendas a los necesitados y tengas compasión de los que hoy tienen hambre. Te pido que bendigas esta comida que estamos por compartir, y rogamos que bendigas nuestros cuerpos y nos uses en Tu servicio.
Danos corazones eternamente agradecidos por los numerosos dones y virtudes que nos has brindado con tanta abundancia, por lo cual alabamos Tu santo nombre. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre amado, gracias por reunir una vez más a toda la familia en esta comida. Has sido nuestra fortaleza y apoyo durante todos estos meses, y ahora Te damos gracias porque nos hemos vuelto a reunir alrededor de esta mesa de comida, por lo cual queremos alabar Tu nombre con profundo agradecimiento.
Rogamos que sea un momento de verdadera bendición y comunión mientras compartimos las alegrías y las penas que hemos enfrentado durante el tiempo que hemos estado separados, y que Tu presencia constante permanezca entre nosotros y descanse en cada uno de nosotros durante los meses por venir.
Padre, gracias por la comida que generosamente nos has brindado. Gracias, pues eres un Dios grandioso y generoso. Te pedimos que bendigas nuestra comida, y rogamos que nos acerques el uno al otro y a Ti. En nombre de Jesús,
Amén.
Cuánto Te agradecemos, Padre, por la oportunidad de reunirnos para divertirnos y cultivar nuestra comunión con otros integrantes del cuerpo de Cristo alrededor de una mesa llena de las numerosas bendiciones de Tu inmensa abundancia.
Te damos gracias por la comida que compartimos, y por aquellos que han preparado con amor las ofrendas de esta mesa, y Te pedimos que las bendigas mientras nos reunimos para pasar un tiempo de renovación y comunión.
Gracias por Tus numerosas bendiciones y dádivas que nos brindas día a día. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.