Padre, quiero alabarte y agradecerte por la esperanza viva que tengo en Jesucristo mi Salvador. Gracias porque Él es el mismo ayer, hoy y para siempre, y porque he sido unido con Él. Gracias por la plena certeza que tengo en Él, pues sé que mi futuro eterno me ha sido reservado en lugares celestiales a través de Jesucristo mi Salvador.
Gracias, pues mi esperanza está arraigada firmemente en Él y está afianzada eternamente a Cristo, la Roca de mi salvación, y ruego poder día a día aferrarme a la esperanza bendita que tengo por delante; poner los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de mi fe, pues sé que mi Señor Jesucristo es el baluarte de mi alma, y Que es seguro, firme, fiel y verdadero. Te alabo y Te agradezco por mi maravillosa esperanza en Cristo, Que murió por mí para que así pudiera tener abundante esperanza en este mundo y, en los años por venir, vida eterna. A Él sea toda la alabanza y la gloria, por los siglos de los siglos,
Amén.
Padre celestial, mi esperanza está solo en Ti mientras enfrento las numerosas tempestades de la vida que de manera constante parecieran golpear en mi puerta con intensidad cada vez mayor. Señor, parecen olas violentas que azotan todo lo que ha brindado seguridad en mi vida hasta ahora, lo que me hace darme cuenta de que sin Ti sería vencido en tan solo un instante. Señor, ayúdame a poner los ojos en Ti y a mantener mi esperanza en Ti, pues sé que sin Ti no soy nada, pero contigo al mando de mi vida tengo todo lo que necesito para permanecer firme en la fe.
Señor, gracias porque, con Tu gracia, me he convertido en una nueva creación en Cristo, y gracias por la promesa de esperanza que he recibido a través de Él. Gracias, pues mi esperanza se fundamentó en Ti en el momento en que creí por primera vez; sin embargo, perdóname, Señor, porque sé que a lo largo de los años me he distanciado de Ti al haber intentado, con mi propia fortaleza, ser el capitán de mi vida y navegar por sus pequeñas marejadas y corrientes con mi propia destreza y astucia. Señor, Te pido perdón por haber descuidado mi relación contigo, pues solo Tú mereces mi alabanza y agradecimiento, ya que solo Tú eres la fuente de mi vida y la esfera de mi esperanza. Eres el Pastor fiel de las ovejas y la Roca en la que se fundamenta mi esperanza. Señor, ruego que a medida que se intensifican las tempestades a mi alrededor, pueda aferrarme cada vez más a Ti y depositar mi esperanza en Ti, pues solo Tú eres digno. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Gracias, Padre, pues nuestra esperanza, que se arraiga y fundamenta en Jesucristo, no solamente es por este mundo, sino tiene una perspectiva más gloriosa y eterna. Pues tal como Pablo dijo a los creyentes de Corinto, si solo hemos de tener esperanza en esta vida, somos los más dignos de lástima. Sin embargo, alabado sea Dios, pues nuestra esperanza está en Cristo, Quien ha resucitado de entre los muertos y se ha convertido en la primicia de aquellos que mueren en el Señor.
Gracias, Padre, porque nuestra ciudadanía está en el cielo y porque Jesucristo es aquella Esperanza bendita que todos esperamos fervientemente, pues sabemos que cuando lo veamos nos transformaremos a Su semejanza. Qué esperanza tan gloriosa tenemos en Él, esperanza que tenemos reservada en el cielo, por lo cual alabamos y glorificamos Tu santo nombre.
Haz que nuestros corazones y nuestras mentes se enfoquen en las cosas de arriba, pues sabemos que Cristo está sentado a la diestra de Dios, que nuestra vida está escondida con Cristo en Dios, y que estamos completos en Él. Padre, gracias por esta esperanza espiritual que tenemos en Jesús, pues sabemos que Él es nuestra vida eterna y abundante y que cuando Él se manifieste, nosotros también nos manifestaremos con él en gloria. Alabado sea Tu santo nombre. En nombre de Jesús,
Amén.
Dios Padre, en un mundo que está en constante cambio y en una sociedad que solo ha rechazado la verdad de Tu Palabra, Te doy gracias porque eres nuestro Salvador inmutable, Que conoce el fin desde el principio y Que tiene el universo en la palma de Su mano. Haz brotar en mí una confianza inquebrantable en la esperanza que tengo por delante, pues sé que en Cristo ya he recibido Tu don de la vida eterna, por la gracia y mediante la fe en Jesucristo mi Señor.
Enséñame cada vez más sobre Tu naturaleza divina y Tus atributos perfectos, pues mientras más Te conozco, más confío en Ti, y mientras más confío en Ti, más Te amo. Haz brotar en mí una esperanza inquebrantable en Tus promesas, pues sé que a pesar del mal y la perversidad que parecieran sofocar todo lo que es bueno y puro, Tus planes y propósitos para la humanidad algún día darán resultados. Cuando llegue dicho día, Cristo será todo en todos, y todo el mundo quedará sometido bajo Sus pies mientras gobierna y reina sobre la tierra como Rey de reyes y Señor de señores. Que mi esperanza en Él sea inquebrantable y que mi vida Lo alabe y Lo glorifique. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Gracias, Padre, porque mi futuro eterno se fundamenta en Jesucristo, mi Señor, y ruego poder aferrarme firmemente a la esperanza que tengo en Él, pues sé que Él, Quien murió en la cruz para pagar el precio de mis pecados y me atrajo hacia Su familia con Sus cuerdas de amor eterno, es fiel y terminará la buena obra que comenzó en mi vida, ya que Su Palabra permanece firme por los siglos de los siglos.
Nunca me dejes olvidar en Quién se fundamenta mi esperanza, pues sé que Él fue la ofrenda por mi pecado para que en Él recibiera la justicia de Dios. Hazme permanecer firme en la confesión de mi fe y desarrollar una esperanza viva que permaneza firme en el día de la destrucción, pues sé que en Él puedo enfrentar todo lo que me depare la vida. Ciertamente, mi esperanza se fundamenta únicamente en el Señor Jesucristo y en Su justicia. Gracias por la esperanza viva que tengo en Él. Ruego en Su nombre,
Amén.