Querido Padre celestial, me da mucha pena que la relación amorosa que solía tener con mis hijos se haya deteriorado tanto durante los últimos años. Parecieran ignorar intencionalmente todo lo que digo, y solo puedo acudir a Ti. Señor, Te pido que cambies sus corazones. Amo a cada uno de mis hijos y siento que debo haber hecho algo muy malo durante su crianza; no obstante, Tú prometiste que si enseñamos a nuestros hijos el camino en que deben andar, aun cuando sean viejos no se apartarán de él.
Señor, quiero reclamar esta promesa para mis hijos. Honestamente no sé cómo se han vuelto tan rebeldes o cómo podrían alguna vez volver a establecer una relación familiar correcta, pero Te pido que me perdones si de alguna forma he contribuido a su rebeldía, o si su mal comportamiento ha sido causado por mis malas habilidades como padre o madre.
Sé que Tu promesa está vigente y ruego que, con Tu gracia, en Tu momento y a Tu manera, los vuelvas a acercar a Tus brazos de amor. Señor, conviértelos en personas que Te amen con todo el corazón. Ruego que también me hagas cambiar a mí, Señor, y nos vuelvas a acercar a Tu brazos de amor, bondad y perdón. Ruego en nombre del Señor Jesús,
Amén.