Amante Señor, hemos venido a Ti conmocionados y acongojados por lo repentina que fue esta trágica pérdida. Padre, nuestros corazones están confundidos y nuestras mentes están perplejas y apesadumbradas por esta pérdida inesperada.
Ruego que Te acerques a todos los afectados, y rogamos que Tu paz perfecta, que sobrepasa todo entendimiento, sosiegue cada uno de sus corazones y que brindes el consuelo necesario a aquellos que siguen profundamente conmocionados.
Dales sabiduría aquellos que ministran a los hombres y las mujeres que han sido sacudidos por este espantoso incidente, y rogamos que, a Tu manera, Te acerques a cada uno de ellos, y que muchos se acerquen a Jesús. Rogamos en Su nombre,
Amén.