Señor, creo que los niños son una hermosa dádiva Tuya, y tan solo quiero agradecerte por mi querida hija que ahora es adolescente. Padre, pareciera que no ha pasado nada de tiempo desde que era una niña, y ahora se está convirtiendo en una hermosa joven. Gracias por su vida y por la alegría que nos ha brindado a todos.
Señor, ruego que me des sabiduría y entendimiento ahora que se está convirtiendo en una mujer. Ayúdame a ser sensible a sus necesidades y enfados, a sus sueños y frustraciones. Ruego que nos acerquemos cada año más la una a la otra y a Ti. Sin embargo, Señor, también ruego poder estar dispuesta y ser capaz de soltarla y no reprimir su desarrollo de ninguna manera, para que así se convierta en la persona que Tú quieres que sea y, Señor, Te pido que, con Tu gracia, traigas buenos amigos cristianos a su vida.
Padre, Te doy gracias porque mi hija Te reconoce como su Salvador personal, y ruego que con el paso de los años, crezca en la gracia y el conocimiento del Señor Jesucristo. Ruego que madure en la fe, de forma que esté preparada para mantenerse firme en este mundo perverso. Ruego que no la dejes caer en tentación y la liberes de todos los peligros y las amenazas que nos rodean por todas partes. Cuídala y guíala, Señor, en todas las decisiones y elecciones que enfrente a medida que se convierta en adulta. Gracias, Padre, por el hermoso don de tener una hija. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.