Gracias, Padre, por nuestro matrimonio y nuestra vida juntos. Señor, todavía me siento muy ajeno a la vida matrimonial, y sé que tengo mucho que aprender pero, con Tu fortaleza, ruego que nuestro amor mutuo y nuestra vida matrimonial Te lleguen a glorificar en todo lo que hagamos.
Señor, gracias por todo lo que me has enseñado durante los últimos meses; que el matrimonio es una verdadera unión de entrega mutua. Ruego que sigas abriendo mis ojos y mi corazón a lo que significa realmente estar casado de por vida, en las buenas y en las malas.
Gracias por haberme enseñado la importancia de no siempre hacer las cosas a mi manera, y Te pido que me ayudes a crecer y a convertirme en la clase de cónyuge que quieres que sea.
No nos dejes caer en el egoísmo ni en actitudes egoístas, y ayúdanos a honrar al otro por encima de nosotros mismos. Ayúdanos a amar y a someternos al otro conforme a la Biblia y a valorar el tipo de humildad y gentileza que se reflejó en la vida del Mismísimo Señor Jesús.
Señor, mantennos siempre bajo Tus alas de protección y haznos acercarnos cada día más al otro y a Ti mientras intentamos crecer juntos en la gracia y el conocimiento del Señor Jesús. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.